El libro blanco de los muertos / Álvaro Miranda

Incluye datos biográficos del autor.

Un día Madre dijo. -- Madre supo por el muerto. -- Cuando estés ante el fogón. -- Una palabra repetida. -- En algún sueño una mujer vive. -- El suspiro que desaparece en un instante. -- Todo esfuerzo es inútil. -- Los visitantes del cementerio. -- Madre reza por las pistolas. -- Muerto rompió en llanto ante las palabras de madre. -- Enciende la luz que se filtra en los cementerios. -- Lejos de los cementerios. -- En la olla de arroz donde las viudas hierven sus sueños. -- No arrincones la luz. -- Dale hijo a los muertos nombres dulces. -- Muertos que huyeron a los caminos. -- Las mujeres del metro impregnadas por los signos del horóscopo. -- Hay muertos que saben de la suciedad de sus pies. -- En el Cementerio General. -- Era el ave de ayer dijo madre. -- El asesino de las tres de la mañana. -- A la eternidad no entran todos los recuerdos. -- Las mujeres de mi pueblo. -- Nadie pregona que su muerto vivió en la locura. -- De secretos de alcoba. -- Buitres como seminaristas. -- Los amantes de ayer. -- Los muertos se aman. -- Una noche nunca se estrella contra otra noche. -- En la nao de los vientos. -- Levanten las manos los que se despiden. -- Montaremos solo caballos blancos. -- Oh Dios dijo madre. -- Hécuba desde la taza del inodoro ha dicho. -- El muerto que arañaba el sarcófago con el aguijón de la ira. -- Decir que nadie sueña con lemur. -- Llegaron después fossas gatos con ojos al fuego en esmeralda. -- Conviene que los muertos tengan paciencia. -- Cuando la hora triste caza sus zapatos para el viaje. -- Un muerto frente a los ojos de un pez. -- Dánae dará a luz cuando un dios la preñe. -- Un dios reencarnado es precioso. -- Entran al libro alcaravanes. -- Si hay ganzos que esperan la resurrección de los muertos. -- Los muertos no gustan de las paradojas. -- Un muerto vive en soledad sobre una brizna de brisa. -- Erick el Rojo aquel ha navegado los mares. -- Hay muertos. -- Ahí estaba aquel locamente muerto. -- Por la puerta de ladrillo del cementerio. -- Cada vez que voy a los cementerios. -- La sombra es ónice. -- Si la luz deja de vibrar. -- A los muertos les importa un comino la luna plena. -- Un muerto no debe ser fotografiado. -- A una muerta joven hay que brindarle una rosa. -- En un buque rodeado de pulpos y centollas. -- Hay que saber distinguir los ruidos verdes. -- Múdese, dijo madre, a un barco habitado. -- Desde el cielo todo cae por azar. -- En un país con masacres. -- Todos los muertos van a la tumba de la común palabra. -- El muerto reencarnado era el carnicero. -- Es posible que nos dejemos abrumar. -- Sobre el carro de la noche. -- El jardinero del cementerio. -- El asesino de dios es un hombre de bigotes grandes.

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